El libro "Memoria de mis putas tristes" ha sido un
libro muy relevante por el reflejo de los sentimientos y de la vida
latinoamericana que García Márquez nos muestra. Además que lo llevó a ganar un
premio Nobel. El autor desarrolla múltiples conceptos en el libro. Los más
notorios son la vejez, el dolor, el amor y finalmente la lujuria. Mi objetivo
es conocer más a García Márquez y entender cómo aborda estos sentimientos tan comunes
y humanos en esta trágica novela.
El
libro es sobre un periodista que al cumplir noventa años, se da cuenta que
siempre ha pagado por sexo y nunca ha sentido amor. Nuestro protagonista, al
que se refieren como “sabio triste”, decide regalarse una aventura con una
virgen para celebrar su cumpleaños número noventa. Pero sucede lo inesperado,
se enamora de la virgen y no logra, o decide no acostarse con ella. A partir de
este momento, empieza a visitar y a amar a esta prostituta. Esto causa líos y
un desarrollo sentimental palpable.
Al desarrollar el concepto de la lujuria,
García Márquez es explicito, la desarrolla como un concepto instintivo, no
necesariamente malo ni bueno pero eso sí, muy apasionado. Demuestra el deseo
sexual desde la primera página cuando dice: “El año de mis noventa años quise
regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen.” (PP. 9) Lo
demuestra como algo instintivo, sin importar su edad. El sabio no ha cambiado,
sigue siendo un ser lujurioso. Continua algunas páginas después con algo más
intenso, cuando describe: “Presa de una fiebre irresistible se la levanté por
detrás, le bajé las mutandas hasta las rodillas y la embestí en reversa…” (PP.
17) Con esto enseña que es algo de su instinto y que no lo puede evitar. La
lujuria está en él, sin amor, completamente sexual y para el sabio es un acto
cotidiano de toda su vida y juventud. Para el es completamente
insaciable.-“Dormía en el Barrio Chino
dos o tres veces por semana y con tan variadas compañías…” (PP. 29). Esto enseña
su necesidad y sencillez. Para el era algo igual que comer o dormir el recurrir
a la prostitución con exigencias. Constantemente se menciona, incluso con la
virgen, cuando explícitamente le pide a la madrota: “Quiero que la niña me
espere como Dios la trajo al mundo y sin barnices en la cara.” (PP. 55). Al
pagar el sabe que su derecho es tener a la virgen como la desea, con esa
lujuria constante y apasionada que en las ultimas paginas aparece de nuevo
diciendo: “…la besé por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento: la espina
dorsal, vértebra por vértebra, hasta las nalgas lánguidas…” (PP. 83). Su pasión
por la niña le genera aún más lujuria y es muy explícito.
En contraparte está el concepto del
dolor por la soledad y la falta de amor del sabio triste, así como las
dificultades físicas que nos describe al principio.-“Los síntomas del amanecer
habían sido perfectos para no ser feliz: me dolían los huesos desde la
madrugada, me ardía el culo…” (PP.12). Estos dolores por la edad demuestran frustración
y enojo. A la mitad del libro demuestra su dolor en tristeza y nostalgia
profesional al entregar su última nota periodística: “Me senté a continuar la
nota que había dejado a medias… tuve que torcerle el cuello al cisne para
sacármela de las tripas sin que se me notara el llanto.” (PP. 43). Sabe que algo
se acaba, que cierra un ciclo y esto le causa tristeza. Finalmente en las
últimas páginas hay un dolor palpable por creer que había perdido a la virgen.
Es el dolor de un corazón roto.-“…sin bañarme, sin afeitarme, sin cepillarme
los dientes, porque el amor me enseño que uno se arregla por alguien...” (PP.
81). El sabio demuestra que su primer amor fue este. Que el dolor que le causa
la perdida es lo peor que ha sentido. En noventa años es la primera vez que no
se arregla para salir.García Márquez Gabriel. Memoria de mis putas tristes. Mondadori. Colombia. 2004. PP. 109
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