Vejez, lujuria, dolor y amor en boca de García Márquez
El libro "Memoria de mis putas tristes" ha sido un
libro muy relevante por el reflejo de los sentimientos y de la vida
latinoamericana que García Márquez nos muestra. Además que lo llevó a ganar un
premio Nobel. El autor desarrolla múltiples conceptos en el libro. Los más
notorios son la vejez, el dolor, el amor y finalmente la lujuria. Mi objetivo
es conocer más a García Márquez y entender cómo aborda estos sentimientos tan comunes
y humanos en esta trágica novela.
El
libro es sobre un periodista que al cumplir noventa años, se da cuenta que
siempre ha pagado por sexo y nunca ha sentido amor. Nuestro protagonista, al
que se refieren como “sabio triste”, decide regalarse una aventura con una
virgen para celebrar su cumpleaños número noventa. Pero sucede lo inesperado,
se enamora de la virgen y no logra, o decide no acostarse con ella. A partir de
este momento, empieza a visitar y a amar a esta prostituta. Esto causa líos y
un desarrollo sentimental palpable.
De los varios conceptos, la vejez la
desarrolla el narrador-protagonista desde el inicio hasta el fin de la novela.
Al inicio cuenta sus primeros síntomas y que los sintió a los cuarenta
años:“En la quinta década había empezado a imaginarme lo que era la vejez
cuando hallé los primeros huecos en la memoria.” Después del paréntesis va punto y seguido. (PP. 14). Continua con una
conversación con su doctor. Los guiones van dentro de las comillas “Es un dolor natural me dijo. –En ese caso- le dije
yo- lo que no es natural es mi edad.” (PP. 23). Con estas citas nos damos cuenta
que el sabio triste no está feliz con su vejez natural. Ama y extraña su
juventud y se quiere aferrar a ella. Más adelante nos da a entender que no
vuelve a confrontar la vejez hasta los noventa años. En la escena de la oficina
cuando le festejan su cumpleaños dice.-“Las secretarias llevaron al salón un pudin con noventa velas encendidas que me enfrentaron por primera vez al número
de mis años.” (PP. 44). Esto demuestra que él nunca se fijó en su número de años
vividos. Por eso mismo el sabio se siente tan bien a su edad. Aunque, sin duda
es duro darse cuenta que tiene noventa años. Ya al final retoma esto cuando
sabiamente dice: “No hay un anciano que olvide donde escondió su tesoro.” (PP.
75). Refiriéndose a que la vejez es algo que si uno tiene algo más importante en
mente, la ignora.
Al desarrollar el concepto de la lujuria,
García Márquez es explicito, la desarrolla como un concepto instintivo, no
necesariamente malo ni bueno pero eso sí, muy apasionado. Demuestra el deseo
sexual desde la primera página cuando dice: “El año de mis noventa años quise
regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen.” (PP. 9) Lo
demuestra como algo instintivo, sin importar su edad. El sabio no ha cambiado,
sigue siendo un ser lujurioso. Continua algunas páginas después con algo más
intenso, cuando describe: “Presa de una fiebre irresistible se la levanté por
detrás, le bajé las mutandas hasta las rodillas y la embestí en reversa…” (PP.
17) Con esto enseña que es algo de su instinto y que no lo puede evitar. La
lujuria está en él, sin amor, completamente sexual y para el sabio es un acto
cotidiano de toda su vida y juventud. Para el es completamente
insaciable.-“Dormía en el Barrio Chino
dos o tres veces por semana y con tan variadas compañías…” (PP. 29). Esto enseña
su necesidad y sencillez. Para el era algo igual que comer o dormir el recurrir
a la prostitución con exigencias. Constantemente se menciona, incluso con la
virgen, cuando explícitamente le pide a la madrota: “Quiero que la niña me
espere como Dios la trajo al mundo y sin barnices en la cara.” (PP. 55). Al
pagar el sabe que su derecho es tener a la virgen como la desea, con esa
lujuria constante y apasionada que en las ultimas paginas aparece de nuevo
diciendo: “…la besé por todo el cuerpo hasta quedarme sin aliento: la espina
dorsal, vértebra por vértebra, hasta las nalgas lánguidas…” (PP. 83). Su pasión
por la niña le genera aún más lujuria y es muy explícito.
En contraparte está el concepto del
dolor por la soledad y la falta de amor del sabio triste, así como las
dificultades físicas que nos describe al principio.-“Los síntomas del amanecer
habían sido perfectos para no ser feliz: me dolían los huesos desde la
madrugada, me ardía el culo…” (PP.12). Estos dolores por la edad demuestran frustración
y enojo. A la mitad del libro demuestra su dolor en tristeza y nostalgia
profesional al entregar su última nota periodística: “Me senté a continuar la
nota que había dejado a medias… tuve que torcerle el cuello al cisne para
sacármela de las tripas sin que se me notara el llanto.” (PP. 43). Sabe que algo
se acaba, que cierra un ciclo y esto le causa tristeza. Finalmente en las
últimas páginas hay un dolor palpable por creer que había perdido a la virgen.
Es el dolor de un corazón roto.-“…sin bañarme, sin afeitarme, sin cepillarme
los dientes, porque el amor me enseño que uno se arregla por alguien...” (PP.
81). El sabio demuestra que su primer amor fue este. Que el dolor que le causa
la perdida es lo peor que ha sentido. En noventa años es la primera vez que no
se arregla para salir.
El amor es el concepto que desarrolla de
manera más interesante ya que el sabio lo va conociendo durante el libro. Al
inicio para el sabio el amor es solo sexo como en esta cita: “…siempre había
escogido al azar las novias de una noche, más por el precio que por los
encantos y hacíamos amores sin amor.” (PP. 32). Aunque es sobre todo lujurioso,
habla de cómo en su juventud no conoce el amor. Esto se sigue demostrando más
adelante.-“Sabía que nunca llegaría a ser amor, pero la atracción satánica que ejercía
sobre mí era tan ardorosa…” (PP. 38). Demuestra el deseo sexual tan fuerte del
sabio. Esta pasión por el sexo se va transformando en pasión amorosa cuando
conoce a la virgen. “Fuera cual fuera el asunto las escribía para ella, las
narraba para ella y en cada palabra se me iba la vida.” (PP. 67) Es una pasión
intensa, un amor loco. Esto hace que el sabio entienda que el amor vale más que
el sexo como lo demuestra con esta cita: “El sexo es el consuelo que uno tiene
cuando no le alcanza el amor.” (PP. 70). El sabio por fin entiende que es el
amor y es tan apasionado que finalmente deja el sexo a un lado y vive el amor
por primera y única vez en noventa años.
El autor da a entender que estos son
conceptos muy primitivos, ya que García Márquez en algún momento los aborda
desde lo más instintivo. Da a entender que la vejez es algo natural pero
que nadie la quiere enfrentar. Por otro lado que la lujuria es algo que está
dentro del ser humano y puede ser un refugio para llenar el vacío al no tener
amor. Cuando habla del dolor nos da a entender que el dolor emocional es el más
fuerte porque escribe sobre vario tipos de dolor, pero el que aborda con más
pasión es claramente éste. Finalmente el amor es el que para mí desarrolla de
manera más interesante porque en un inicio el sabio no sabe lo que es. Después
nos damos cuenta que le tiene miedo al amor y lo evita. Más tarde cuando conoce
a la virgen siente un amor apasionado,
loco y único. Pero al final siente la tristeza de perder el amor y te das
cuenta, que el amor, ya sea la falta del mismo, la pasión o la perdida de este,
le dan forma a la vida no solo del sabio, sino de cualquier ser humano. Por la manera
de desarrollar los sentimientos este libro es un clásico de la literatura
latinoamericana, porque aborda los conceptos de
manera que cualquier persona se puede identificar en alguna parte del
libro, y causa una sensación de empatía y hasta lastima por el narrador. García Márquez Gabriel. Memoria de mis putas tristes. Mondadori. Colombia. 2004. PP. 109
No hay comentarios:
Publicar un comentario